13. Familiar de sordos pide la palabra 🙋‍♂️​

    En el post anterior se puso en valor el trabajo realizado en centros como O Pelouro a favor de la diversidad y la necesidad de mejorar la integración en el aula de alumnos con todo tipo de discapacidades. En este caso me centraré particularmente en la sordera, discapacidad bastante desconocida en cuanto a la forma de tratar con aquellos que la sufren y la interacción de alumnos sordos con el resto de clase.


    Como nieto de abuelos sordos y con más familiares con la misma patología, creo que la sordera es una discapacidad bastante desconocida en nuestros días, hecho extraño por la relativa facilidad que supone seguir ciertos patrones para normalizarla. Resalto que estoy escribiendo este post desde mi experiencia personal sin una información científica o contrastada que me avale, por lo que puedo no estar en lo cierto en algún punto de mi exposición.

    La sordera puede ser debida a diferentes problemas en el oído, y de forma general no afecta a la apariencia física de la persona sorda, a menos que por suerte para ella, un audífono le sirva de ayuda. Esto provoca que la sorpresa sea mayor al conocer por primera vez a un sordo y no sepamos como reaccionar si no tenemos las herramientas para ello. Otro problema asociado a la sordera es que, aunque anatómicamente no exista ninguna limitación, muchas personas sordas de nacimiento o tempranas no tienen la habilidad para hablar, ya que no la han desarrollado ni han sentido nunca una conversación así.

    En el día a día las limitaciones son evidentes, todos los inputs auditivos no existen para los sordos con los peligros y la desinformación que ello conlleva. Por norma general, los trabajadores del sector servicios no tienen herramientas para comunicarse con ellos e intercambiar información resulta un problema. A la hora de socializar, existe el inconveniente del aislamiento, ya que es muy complicado para una persona sorda seguir una conversación hablada llevada a cabo por el grupo que le acompaña, aunque este sea consciente de su presencia e intente incluirle constantemente. 


    Las asociaciones de sordos y sordomudos hacen un trabajo excelente como agente socializador, pero no es suficiente ya que se limita a relaciones entre sordos y sus familiares. Es muy importante lograr que la sordera no sea incapacitante a la hora de relacionarse con el mundo exterior en general y en de la educación y laboral en particular, suponiendo un problema el encontrar un trabajo cualificado. Dado que es inviable enseñar lengua de signos a toda la población, es necesario conocer herramientas como las mostradas en la imagen superior para hacer el trabajo de entendimiento más fácil a la persona sorda en cuestión. La inversión en medios como personas intérpretes, buenas subtitulaciones o adaptación de información compleja son necesarias por parte de la administración, pero lo más importante para la normalización de cualquier discapacidad son la paciencia y empatía, vitales para la inclusión.

"No hay mayor sordo que el que no quiere escuchar"

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