7. Valor de valores

    Como futuros profesores de segundo ciclo, en clase hemos idealizado el centro en el que nos gustaría trabajar, consensuando la idea de educación sobre la que giraría este y los valores en los que se basaría e intentarían inculcar a los alumnos. A partir de estos conceptos la naturaleza del centro será una u otra, siendo más o menos complicado transmitírselos a ciertos alumnos según su posición socioeconómica. 
   
    Nuestra definición de educación es:

"Transmisión de valores, conocimientos, formación y crecimiento de la persona en lo práctico y lo técnico"

    Los valores es el primer concepto que aparece en la definición, por delante de los conocimientos teóricos y la formación académica, esto demuestra que se le da más peso al papel socializador, siendo la escuela una herramienta fundamental en el crecimiento personal de los alumnos. Este principio no excluye la importancia que tiene también una formación adecuada de cara un futuro profesional exitoso, mostrando todas las posibilidades de las que disponen los estudiantes. 

    Una vez analizado nuestro concepto de educación, el siguiente paso es decidir a que valores queremos dar más peso en el proceso educativo. Después de debatir llegamos a un consenso, muy cercano a mi opinión personal, que expongo a continuación. Estos valores que aparecen enumerados de más a menos importancia fueron establecidos a priori:

  1. Familia.
  2. Amigos y conocidos.
  3. Estudios, formación, competencia profesional.
  4. Salud.
  5. Vida moral digna.
  6. Tiempo libre/Ocio.
  7. Trabajo.
  8. Pareja.
  9. Vida sexual satisfactoria.
  10. Ganar dinero.
  11. Política
  12. Religión.
    Es importante matizar que quizá para una persona adulta esta clasificación cambiaría ligeramente, pero entendiendo que estamos tratando con jóvenes, hay que buscar un equilibrio con sus ambiciones e intereses. Otro aspecto a tener en cuenta es que la familia y amigos supuestos en esta clasificación son relaciones sanas al igual que la pareja (en mi opinión no tan importante en la adolescencia sobre todo temprana) y enriquecedoras para los estudiantes.

    En las últimas posiciones se encuentra la política y religión, las coloco aquí porque considero que los centros educativos no tienen que influir en estos ámbitos tan personales y su deber en relación a estos será el incentivar un espíritu crítico y de formar su propia opinión al respecto. El trabajo lo concibo aquí no como una actividad remunerada, que lo incluyo en ganar dinero, sino en el valor del esfuerzo y la constancia.

    Los valores que inculcan los centros deben ser el motor de su funcionamiento pero sin llegar a adoctrinar a los alumnos y dándoles libertad de pensamiento y un espíritu crítico, teniendo siempre el respeto a otras formas de pensar y actuar como bandera.

    "Abre tus brazos al cambio pero no dejes ir tus valores" 

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